Hace tiempo
un Dios nos quiso dar
un amor del
cual necesitábamos respirar.
Vimos años
pasar
sin dejarnos
de desear,
pero la Muerte te decidió apartar
y de mis
manos arrancar.
Mi pena no
consigo quitar,
sigue ahí aun queriéndola abandonar.
Así que solo
puedo desear
viajar a
otra realidad
en la que tú
me estás a esperar
para
podernos recuperar.
Sonrisas
tengo que regalar
si el
billete hacia ti quiero pagar
para contigo
poder jugar.
En el más allá
te voy a adorar,
y hasta el
final disfrutar.
Ahora a tu
lado puedo caminar,
tu mano la
puedo agarrar,
tu piel la
puedo tocar,
tu aroma en
mi pegar,
pero lo
mejor lo guardo para el final:
porque para
siempre te prometo amar.