Un
golpe brusco seguido de otro.
Gritos,
alaridos, sollozos…;
odio,
cólera, venganza…;
todos
sentimientos, horribles todos ellos.
Las
espadas hechas de fe,
los
arcos de valentía,
las
picas de honor,
todos
buenos sentimientos
en
malos objetos.
Son
noches tristes
y
de maldición
perdemos
compañeros
y
ganamos rivales;
así
funciona la guerra.
Se
pierden vidas que no deberían,
tanto
de amigos como enemigos
que
no saben cuál es el motivo
de
su estúpida muerte
que
no tiene sentido.
Siento
un dolor en el corazón
pero
no es por amor,
seguido
por otro en el brazo
pero
este no es de cansancio.
Mis
rodillas tiemblan y caigo acostado.
Ya
en el suelo miro al cielo
cada
vez somos más y ellos menos;
con
esto llego a la conclusión
que
en este mundo vesánico
solo
es normal el lunático
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